sábado, 29 de septiembre de 2007

55º Festival Internacional de Cine de San Sebastián: Palmarés



Se clausura esta edición del Festival de San Sebastián y saltó la liebre, no tanto porque haya ganado la película de Wayne Wang, Mil años de oración, como porque después del historial reciente del director de Hong Kong, que no ha dirigido nada decente en la última década, nadie se esperaba que esta fuera a ser mucho mejor. Según declaraciones del propio Wang, y aunque no lo pareciera, llevaba todo este tiempo luchando -y perdiendo- con la industria de Hollywood y por fin se ha podido desvincular con esta película. Como en buena parte de su filmografía anterior, trata una historia de relaciones humanas, de choques culturales y de la soledad que se vive rodeado de gente, a partir del viaje de un anciano chino para visitar a su hija en EE.UU. que se acaba de divorciar. Su protagonista, Henry O, que se diera a conocer con El último emperador, se ha llevado el premio a la mejor actuación masculina y la película se ha traído también un par de los importantes del palmarés alternativo, confirmando el retorno del director hongkonés a este lado de la carretera.



No obstante, no deja de oler un tanto a chamusquina que, siendo Paul Auster presidente del jurado, el ganador final haya sido Wayne Wang en lo que ha acabado pareciendo una especie de reconciliación pública mientras que la favorita desde el inicio, Eastern promises, se haya ido totalmente de vacío. Otra que se ha ido de vacío y por los comentarios parece que con todo el merecimiento ha sido Aritmética emocional, que ni con su espectacular reparto ha podido sobrevivir a su plomizo guión. Más apreciado ha sido el guión de la nueva de John Sayles, Honeydripper, que le ha salvado de sumarse al grupo de premiables sin premio.




Sí que han cumplido las apuestas dos favoritos para los respectivos premios. La pequeña de la saga Makhmalbaf se ha hecho con el del jurado por el terrorífico relato acerca de la situación que se vive en Afganistán, sobre todo por parte de los niños que crecen sin porvenir y sin poder alcanzar sus ilusiones. Por su lado, Nick Broomfield se ha llevado la Concha de Plata al mejor director con otra historia de aspecto no menos apocalíptico, el seguimiento a lo Bloody sunday del atentado que mató en Irak a un marine y cómo miembros de su compañía, llevados por los instintos básicos que campan a sus anchas en esas situaciones, mataron en represalia a 24 mujeres y niños. Ambas películas vuelven a confirmar la tendencia por el cine social y con conciencia que tiene el festival en los últimos años.



Cara y cruz por el lado español. Mientras que Mataharis de Icíar Bollaín se ha ido con las manos vacías, el último trabajo de Gracia Querejeta, Siete mesas de billar francés, se ha llevado dos premios a casa. El jurado ha querido reconocer en esta nueva revisión de los conflictos paterno-filiales de la hijísima del cine español el muy alabado trabajo de guión a cuatro manos con David Planell, revelación con aquel grandísimo corto llamado Carisma y que ya colaboraran en la anterior Héctor. También le ha concedido la Concha de Plata por su interpretación a Blanca Portillo aunque la favorita de las apuestas era precisamente su compañera de reparto, Maribel Verdú.



Revisando los premios menores, que en San Sebastián son muchos, cabría hacer varias consideraciones. Primero, que los orientales son unos magos del aspecto técnico-artístico como vuelve a confirmar el premio a la mejor fotografía para Charlie Lam por su trabajo en la surrealista y digna del mejor Tsai Ming-liang Exodus -un viejo policía tiene que elegir entre sus posibilidades de ascenso o creer a un pobre diablo al que detienen espiando en un baño de señoras, movido supuestamente por la existencia de una conspiración femenina para acabar con los hombres-. Una de las pocas apuestas de riesgo del festival.


Segundo, que el cine latino tiene una importante luz de esperanza en el nuevo 'underground' de países tan dispares como Perú o Guatemala. La protagonista de la sección "Cine en construcción" de este año, Gasolina, una versión de Temporada de patos a la inversa y trágica en la que unos chavales se escapan de su colonia en un coche, ha dejado apenas medio premio a sus rivales. Mientras, la argentina Encarnación sigue su recorrido triunfal por los festivales y de San Sebastián se lleva el premio de la crítica. Todo esto sin perder de vista la mexicana Párpados azules que, aunque ha perdido con Reygadas en su lucha por presentarse a los Oscars, puede ser una de las grandes apuestas latinoamericanas de la temporada.



Y por último, y ya que hablamos de los Oscars, poner sobre el tapete Caramel, que se ha llevado dos de los premios no oficiales más importantes del circuito festivalero, los que concede el público de San Sebastián. Esto podría ser un detalle menor sino fuera porque es la seleccionada de su país para los premios de la Academia y pone al Líbano, un país que no está pasando precisamente por sus mejores momentos, de pleno en una lucha que se revela este año como una de las de más alto nivel en la historia reciente de los Oscars, al menos sobre el papel.


Aquí lo dejamos hasta el año que viene, a ver si San Sebastián empieza a dejar de ser este festival con más patrocinadores que la Fórmula 1 y encuentra el hueco que parece haber perdido en las última ediciones, bien dejando atrás este exceso de moderación y falta de riesgo y retornando a aquellos años de refugio para películas rotundas como Las tortugas también vuelan o bien alcanzando la posición económica que le permita competir de igual a igual con los grandes de los que se anda distanciando.


FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN 2007

SECCIÓN OFICIAL

CONCHA DE ORO para A THOUSAND YEARS OF GOOD PRAYERS (Mil años de oración), dirigida por Wayne Wang

PREMIO ESPECIAL DEL JURADO para BUDDHA COLLAPSED OUT OF SHAME (Buda explotó por vergüenza), de Hana Makhmalbaf, primer largometraje de una directora muy joven que ha impresionado al jurado por la exquisita fotografía y por la extraordinaria niña Nikbakht Noruz. Es el prometedor estreno de una directora que esperamos siga creando obras importantes en adelante.

CONCHA DE PLATA AL MEJOR DIRECTOR para Nick Broomfield, por BATTLE FOR HADITHA

CONCHA DE PLATA AL MEJOR ACTOR para Henry O. por A THOUSAND YEARS OF GOOD PRAYERS (Mil años de oración), dirigida por Wayne Wang

CONCHA DE PLATA A LA MEJOR ACTRIZ para Blanca Portillo por SIETE MESAS DE BILLAR FRANCÉS, dirigida por Gracia Querejeta

PREMIO DEL JURADO AL MEJOR GUIÓN 'ex-aequo' para Gracia Querejeta y David Planell por SIETE MESAS DE BILLAR FRANCÉS y para John Sayles por HONEYDRIPPER

PREMIO DEL JURADO A LA MEJOR FOTOGRAFÍA para Charlie Lam por CEOT OI KAP GEI (Exodus), dirigida por Pang Ho-Cheung


PALMARÉS ALTERNATIVO

PREMIO ALTADIS-NUEVOS DIRECTORES para la película SOUL CARRIAGE (Alma con destino), dirigida por Conrad Clark


PREMIO TCM DEL PÚBLICO, dotado con 70.000 euros de ayuda para su promoción, recae en la película CARAMEL, de Nadine Labaki, con 8,614 puntos sobre un máximo de 10. SEGUNDO PREMIO A LA PELÍCULA EUROPEA dotado con 35.000 euros para LE SCAPHANDRE ET LE PAPILLON (La escafandra y la mariposa), de Julian Schnabel, con 8,443 puntos sobre un máximo de 10.


PREMIO DE LA JUVENTUD para CARAMEL, de la directora Nadine Labaki, con una puntuación de 8,689 puntos sobre un máximo de 10.


PREMIO HORIZONTES destinado a impulsar el conocimiento de los largometrajes producidos total o parcialmente en América Latina, dirigidos por cineastas de origen latino, o bien que tengan por marco o tema comunidades latinas del resto del mundo para EL BAÑO DEL PAPA, de Enrique Fernández y César Charlone. MENCIÓN ESPECIAL para PÁRPADOS AZULES, dirigida por Ernesto Contreras, por su original manera de mostrar la soledad de los personajes, transmitiéndonosla con exquisita ternura. También se ha decidido otorgar una MENCIÓN ESPECIAL a SATANÁS, dirigida por Andrés Baiz, por la gran interpretación de Marcela Mar en el papel de Paola.


PREMIO CINE EN CONSTRUCCIÓN 12 para GASOLINA, de Julio Hernández Cordón (Guatemala)

PREMIO CASA DE AMÉRICA A LA POSTPRODUCCIÓN para GASOLINA, de Julio Hernández Cordón (Guatemala)

PREMIO TVE para ACNÉ, de Federico Veiroj (Uruguay/Argentina/España/México) y para SOL NA NEBLINA, de Werner Schumann (Brasil)

PREMIO CICAE-CINE EN CONSTRUCCIÓN para GASOLINA, de Julio Hernández Cordón (Guatemala)

PREMIO SIGNIS-CINE EN CONSTRUCCIÓN para LA EXTRANJERA, de Fernando Díaz (Argentina)


PREMIO CICAE a la mejor primera película europea para BRICK LANE, de Sarah Gavron (Gran Bretaña)


PREMIO DEL CÍRCULO DE ESCRITORES CINEMATOGRÁFICOS (CEC) para A THOUSAND YEARS OF GOOD PRAYERS (Mil años de oración), de Wayne Wang


PREMIO SIGNIS para A THOUSAND YEARS OF GOOD PRAYERS (Mil años de oración), de Wayne Wang. MENCIÓN ESPECIAL para BATTLE FOR HADITHA, de Nick Broomfield


FIPRESCI (FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE PRENSA CINEMATOGRÁFICA)

PREMIO FIPRESCI A LA MEJOR PELÍCULA proyectada en el Festival para ENCARNACIÓN, de Anahí Berneri

GRAN PREMIO FIPRESCI A LA MEJOR PELÍCULA DEL AÑO para 4 MESES, 3 SEMANAS Y 2 DÍAS, de Cristian Mungiu

2 comentarios:

Champy dijo...

No recuerdo donde leí previo a ti, respecto a la Supuesta influencia de Paul Auster en la decisión final debido a su relación, pero fue en algún diario.... no se la historia completa... Que relacción existe o existía entre ellos???
Me conmueven sus palabras, a mi a pesar de todo nunca me defraudo, creo que aú y en su peor etapa hollywoodense ha hecho cosas amenas, que si no artísticamente elaboradas y respetables, al menos si produjo entretenimiento, que de Hollywood no debemos esperar más...eso opino yo...además me parece que no han pasado 10 años aún de ese maravilloso duelo actoral que realizó con Jeremey Irons y Gong Lí en Music Box....

Saludos y informame el detalle.

Andunemir dijo...

Hombre la relación Auster-Wang representa, probablemente, el mejor cine de éste, sobre todo por Smoke, que se podría considerar fácilmente su mejor película y que dirigieron a 4 manos (aunque sólo aparece acreditado Wang) en base a un guión del propio Auster. El mismo año dirigirían Blue in the face, esta vez estando ambos acreditados, que aunque peor seguía siendo bastante apreciable y es, probablemente, una de las pelis con más cameos interesantes por metro cuadrado. Antes de dirigir La caja china tuvieron una trifulca importante por desacuerdos con un guión y hasta ahora.

Por eso da bastante pena que un director capaz de hacer cosas así se meta en proyectos como Maid in Manhattan, fácilmente encasillable como una de las peores películas de los últimos años. Y esto no es como con Richard Linklater, que declara sin ningún problema en las entrevistas que hace basura porque sino no tendría un chavo para financiar pelis como A scanner darkly. 10 años de porquería en los que apenas podríamos salvar A cualquier otro lugar por Susan Sarandon y Natalie Portman, son muchos años.