ROAD TO THE OSCARS (11.2): Reflejos en un Globo dorado
Parece que los periodistas se han puesto conservadores y obvios y se han montado un cuadro de candidatos digno de los Emmy. Películas pequeñas defendidas incluso por los medios más 'hollywoodienses' como Once o The Savages han quedado totalmente desplazadas por las producciones de los grandes estudios que se han apuntado tantos en casi todas las categorías. Gran batacazo también el que se ha dado otra pequeña gran favorita para los Oscars como Into the wild,que ha visto reducidas todas las nominaciones que consiguió en los Critics' Choice a sólo las evidentes musicales. Muy probablemente el 'buzz' que le están dando los medios americanos volverá a hacerla subir de cara a los premios de la Academia, pero es notoria la ausencia. Mientras, la gran beneficiada con el cambio es Expiación que se lleva ella sola 7 nominaciones, varias de las cuales apestan a relleno. Alegra, eso sí, ver que no se han olvidado de Promesas del este y, pese a su estreno a finales de verano, ha conseguido sus buenas tres nominaciones. Y también digno de alabar es la presencia de Cometas en el cielo, el nuevo y muy controvertido proyecto de Marc Forster, que se acerca a la pérdida de la inocencia que provoca la barbarie humana. De la presencia de La escafandra y la mariposa con tres nominaciones, incluyendo mejor director, poco hay que decir que no hayamos dicho ya más que, como sume unos cuantos técnicos en los Oscars va a ser un fenómeno más grande que El laberinto del fauno. Y ahora vamos categoría por categoría:
Mejor película - drama: Sin duda la categoría más alocada de las nominaciones con siete candidatas, demostrando así la ausencia de favoritos claros. Si hubiese que quedarse con un grupo de candidatas ese sería el formado por Expiación, No country for old men y There will be blood. Teniendo en cuenta que es la prensa extranjera la que vota esto, no extrañaría que Expiación quedase un tanto rezagada con respecto a las otras dos, a la vista de las dispares críticas que ha recibido. No habría que perder de vista, eso sí, historias como Michael Clayton, que se crece en sus posibilidades gracias a un buen guión. Sorprende que los "rellenos" hayan sido Promesas del este y The great debaters, la una, como ya comentamos, por estrenarse demasiado pronto y venir de un tipo difícil como Cronenberg y la otra por justo lo contrario ya que no se estrena hasta dentro de dos semanas y es prácticamente un novato el que la dirige, Denzel Washington.
Mejor película - musical o comedia: Volvemos a los tiempos del dominio de las grandes producciones con nombres conocidos frente al protagonismo 'indie' del año pasado. Las principales rivales por el premio son representantes de ambos mundos y futuribles candidatas al Oscar. Por un lado tenemos Sweeney Todd, musical con el peculiar estilo desatado del último Burton, basado en la obra de Stephen Sondheim y Hugh Wheeler del barbero asesino de Fleet Street. Y por el otro tenemos Juno, nuestra Little Miss Sunshine de este año que, al igual que aquella, cuenta con un reparto de lujo y un guión premiable para hacerse un hueco entre las grandes.
Mejor director: Si la categoría de drama es la más peculiar por haber juntado hasta 7 nominadas, esta es la más extraña por composición. Las muy flagrantes ausencias de Paul Thomas Anderson, Sean Penn o Marc Forster han sido sustituidas por el "manniaco" -de Michael Mann- trabajo de dirección de Ridley Scott para American gangster y por el casi de relleno para Joe Wright. A los otros tres sí que los veremos con casi total seguridad en los Oscars, sorprendiendo favorablemente que se dé por tan seguro en el caso de un tipo tan importante para las artes como Julian Schnabel. Para el premio, entre Burton y los Coen, parece claro decantarse por estos últimos.
Mejor actor - drama: Poco destacable salvo la ausencia de Emile Hirsch, protagonista de Into the wild que sigue siendo firme candidato a estar entre los 5 finalistas a los Oscars. George Clooney se ha llevado varios de la crítica por su Michael Clayton y la reaparición de Viggo Mortensen podría dificultar la cosa, pero el favorito, sobre todo por la tendencia ascendente de There will be blood, sigue siendo Daniel Day-Lewis. No es difícil imaginar que traerá un personaje comepantallas como el de Gangs of New York y siempre son muy bien vistos estos actores que se echan el peso dramático de una historia sobre sus hombros.
Mejor actriz - drama: Primer duelo en la cumbre de la Blanchett que se encuentra, ni más ni menos, que con Julie Christie. Será el enfrentamiento entre una película de un único personaje desatado y una película de personajes que tienen su virtud en su comedimiento. Teniendo en cuenta las tendencias que se van respirando no extrañaría que la rubia de algodón de Doctor Zhivago consiga el Globo y repita Oscar 40 años después.
Mejor actor - musical o comedia: Como diría su compañero de la otra categoría, Johnny Depp, who else? Llevan ya años rondándole con los Globos de Oro -7 nominaciones tiene nada menos- y también un par con el Oscar y ya hay ganas. Ahora que trae un personaje a su medida como Sweeney Todd que le devuelve a su pasado 'burtoniano' lo pone a huevo y será difícil que se lo quiten. Sus principales rivales serán los habituales de Paul Thomas Anderson, John C. Reilly o el reducto de The Savages Philip Seymour Hoffman, aunque con lo que parece que les ha gustado La guerra de Charlie Wilson no extrañaría que se lo diesen a Tom Hanks y se quedasen más anchos que largos.
Mejor actriz - musical o comedia: Qué resultona es Amy Adams que hasta poniéndole un vestido de tul y sacándola cantarina en Central Park se hace un hueco en las apuestas. Y, lo mejor de todo, que protagonizando un proyecto totalmente insustancial de los que han hundido en la miseria a Nicole Kidman haya logrado incluso mejorar su popularidad. Bueno, y después de esta morcilla de alabanza a lo que vamos. Las favoritas de la categoría son las que estarán luego en los Oscars Marion Cotillard y, sobre todo, Ellen Page. Si mi opinión sobre Amy Adams es buena, la de Ellen Page es desproporcionada. Sin duda es uno de los mayores monstruos escénicos que ha dado el panorama 'indie' en los últimos años y eso sin tener edad para beber alcohol en los EE.UU. La Cotillard se marca un tanto importante llevando a la pantalla un personaje como Edith Piaf, pero este premio es de Ellen Page. Ojo, eso sí, como se pongan originales, porque no sería tan descabellado contar con Nikki Blonsky, la gordita con ansias de bailar en Hairspray.
Mejor actor de reparto: Y llega "nuestra" categoría porque es la de Bardem. A no ser que Casey Affleck, el omnipresente de este año, diga algo con su cobarde Robert Ford, puede convertirse en el primer actor español que se traiga a casa su Globo de Oro y su Oscar. Lo más curioso es que este año no es precisamente una categoría sin competencia, porque detrás de Affleck están actores tan enormes como Tom Wilkinson o, de nuevo, Philip Seymour Hoffman. Sin contar la desatada versión del personaje de Divine que hace John Travolta en Hairspray o el personaje que trae Hal Holbrook en Into the wild que podrá entrar en los Oscars. Buena señal es, tanto por la peli como por Bardem, que con bestias tan pardas las apuestas lo tengan tan claro.
Mejor actriz de reparto: Lucha mano a mano entre Amy Ryan y la Blanchett con, parece según las noticias más recientes, el favoritismo de la primera frente al ‘álter ego’ de Dylan. La Blanchett anda en caída libre en las apuestas, pero en esta categoría de reparto la fuerza del personaje y, no nos engañemos, el hecho de que una mujer interprete a un hombre puede tirar mucho. Eso sí, que no pierdan de vista el retrovisor porque Saoirse Ronan, que interpreta a la desencadenante de catástrofes del relato de McEwan, fue destacada en su momento como lo mejor de la película y los Globos de Oro tienen mucha tendencia por los jóvenes y ancianos.
Mejor guión: Sin duda la categoría más inútil de los Globos de Oro en cuanto a lo predictivo porque obvia la separación de categorías. En un año con tanto novelón adaptado, peca de escasa una categoría que los mezcla todos, sobre todo porque deja fuera grandes historias que tendrán posibilidades en su momento como el guión de Tamara Jenkins para The Savages, el de Brad Bird para Ratatouille, el de Sarah Polley para Away from her o el de Anderson para There will be blood. Incluso casos tan obvios como el de Tony Gilroy para Michael Clayton, que ya plantean como principal rival de Juno en los Oscars. En este batiburrillo es difícil prever nada. Lo más razonable sería pensar que caballo grande, ande o no ande y tirar por No country for old men, pero ni el guión de Ron Harwood ni el de Diablo Cody son precisamente caballos pequeños, ni siquiera el de Sorkin para La guerra de Charlie Wilson. Así que ya veremos lo que se resuelve.
Mejor banda sonora: Categoría cuanto menos simpática por lo anecdótico que resulta ver a uno de los líderes del 'grunge' como Eddie Vedder, compartiendo cartel con Clint Eastwood, que ni siquiera cuando no presenta película se queda fuera de los premios. También sirve para sumar la segunda nominación española con Alberto Iglesias, que es más reconocido fuera de España que dentro y que forma parte del equipo de Cometas en el cielo.¿En cuanto al ganador? Pues vete tú a saber. Viendo la lista a lo mejor hasta se lo lleva Alberto.
Mejor película en lengua no inglesa: Vuelve a ocurrir lo que el año pasado con Cartas desde Iwo Jima y es que entre las aspirantes oficiales se cuela una americana desarrollada en el extranjero, lo que endurece aún más la carrera si cabe. Ni siquiera el año de Amélie recuerdo una categoría de película en lengua inglesa con tanto nivel como la de esta edición. Con lo que, una moneda y lo que salga, porque no creo que ninguna de las películas aquí representadas no sean dignas merecedoras del premio. Y primer jaque para El orfanato, of course, aunque esta categoría pierde tres de los nominados para los Oscars y tendrá que reestructurarse, así que no pondría yo la mano en el fuego. Eso sí, indignante que Persepolis haya sido excluida de la categoría de animación cuando la normativa bastante más puntillosa de los Oscars sí que la deja participar en ambas.
Y aquí acaba el primer gran mondongo de la temporada. Perdiendo de vista las ausencias la cosa no queda tan mal y seguro que luego resultará en un palmarés destacable, pero es innegable la impresión que dan los periodistas extranjeros en Hollywood de realmente no enterarse de nada de lo que ocurre. Pudiendo haber cogido lo mejor de cada casa, han realizado una selección bastante descafeinada y, sobre todo, demasiado reducida a un mismo grupo de películas con las excepciones inevitables. Con lo que están cambiando las cosas, que un grupo tan influyente como la HFPA vaya con el piloto automático puesto no deja de dar la sensación de oportunidad perdida y pérdida de referencias. Lo próximo, los premios de los sindicatos, que esos sí mandan. Y sino que se lo pregunten a los guionistas.
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