martes, 4 de diciembre de 2007

Festival de Cine de Gijón 2007



Y como es habitual también en estos días en los que el frío domina las calles se ha clausurado el más independiente de nuestros festivales y, por obviar esa cuota de pelis patrocinadas por TVE, sin duda el más interesante (que tiemble, que Sitges se le acerca): el Festival Internacional de Cine de Gijón. Además de que es uno de los más bonitos de vivir porque sigue siendo una propuesta abarcable y organizada como se hacía antes, su pequeño tamaño y sus elevadas aspiraciones le permiten montar algunas de las mejores actividades paralelas del panorama festivalero español. En esta edición, al igual que en las anteriores, ha vuelto la tensión al jurado de Gijón -siempre ha sido un festival famoso por sus trifulcas- y la película que ha salido victoriosa es la taiwanesa Help me Eros, dirigida por Lee Kang-sheng, fetiche del habitual del festival Tsai Ming-liang que ya protagonizara The hole o la polémica El sabor de la sandía. Como las películas de su mentor, es una historia que vuelve a hablar de la soledad y de los problemas de comunicación en la sociedad moderna, con no poco escándalo por lo explícito de sus imágenes y de su mensaje.



El jurado joven que, como también es costumbre, es el que suele encontrar las joyas del programa, le concedió su premio a Juno, la comedia dramática de Jason Reitman y protagonizada por Ellen Page que más artículos ha acaparado en este blog y que tan propia le va a Gijón. Por su parte, el jurado oficial le ha otorgado su premio a El silencio antes de Bach, el arriesgado último trabajo de Pere Portabella, que intenta acercarse a través de la figura del compositor a la música como paradigma de la cultura actual.


En el resto del palmarés, pocas sorpresas. El premio de dirección ha sido para Aleksey Balabanov, por Cargo 200, crudo relato de los aspectos no sólo políticos sino morales de la desintegración soviética. El gran Mathieu Amalric, protagonista también de La escafandra y la mariposa, y Antoine Platteau han conseguido los premios al mejor actor y a la mejor dirección artística respectivamente por su trabajo en la francesa La question humaine, de Nicolas Klotz, una historia de fantasmas del alma y psicoanálisis. Marie-Christine Friedrich ha sido la contrapartida femenina por su trabajo en la historia de un matrimonio rutinario de Tout est pardonné, de Mia Hansen-Love, mientras que la argentina El otro, de Ariel Rotter y protagonizada por uno de los mejores actores del cine en español, Julio Chávez, que ya ganara en Berlín, ha recibido el premio al mejor guión. El premio de la FIPRESCI le ha sido concedido a Cochochi, peculiar historia casi más propia del cine iraní en la que unos chavales indígenas tienen que cruzarse un valle mexicano para llevarle unas medicinas a un familiar.






Sin premio se han quedado varios trabajos importantes como la belga Ben X, preseleccionada a los Oscars; la nueva película del peculiar David Mackenzie, Hallam Foe, protagonizada por Jamie Bell; la ácida Import/export, que se acerca a las diferencias entre la Europa de acá y la de allá; o la danesa Ghosts of Cité Soleil, que viene a ser la versión haitiana de Ciudad de Dios. Tampoco se han llevado nada Grace is gone y The Darjeeling limited, muy apreciadas por el 'indie' americano más políticamente correcto pero que se han convertido en un 'bluff' a este lado del Atlántico.



Y ya concluyo como todos los años con el repaso a esos ciclos paralelos que son lo mejor del festival. El dedicado a los nuevos cines se ha centrado este año, como no podía ser menos teniendo en cuenta su renovada fuerza, al cine alemán. Desde Fassbinder a Wenders, pasando por Herzog y sus locuras psicotrópicas, Schlöndorff o ese proyecto colectivo llamado Alemania en otoño, representativo del movimiento. Y entre los ciclos de autor destacar los dedicados a ese polemista infinito que es el mexicano Carlos Reygadas, al último representante del nuevo cine polaco afincado en Inglaterra, Pawel Pawlikowski, y a ese Cronenberg 'cyberpunk' y en versión japonesa que es Shinya Tsukamoto, autor de la seminal Tetsuo.





Así que aquí lo dejamos hasta que los fríos del año que viene nos vuelvan a llevar a esas tierras del norte a descubrir gentes peculiares y cinematografías sin par.

FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE GIJÓN 2007

PALMARÉS OFICIAL

PREMIO "PRINCIPADO DE ASTURIAS" AL MEJOR LARGOMETRAJE para BANG BANG WO AI SHEN (Help me Eros), de Lee Kang-Sheng

PREMIO "PRINCIPADO DE ASTURIAS" AL MEJOR CORTOMETRAJE para LIUDI IZ KAMNYA (Stone People), de Leonid Rybakov

PREMIO AL MEJOR DIRECTOR para Aleksey Balabanov, por GRUZ 200 (Cargo 200)

PREMIO AL MEJOR ACTOR para Mathieu Amalric, por LA QUESTION HUMAINE, dirigida por Nicolas Klotz

PREMIO AL MEJOR ACTRIZ para Marie-Christine Friedrich, por TOUT EST PARDONNÉ, dirigida por Mia Hansen-Love

PREMIO AL MEJOR GUIÓN para Ariel Rotter, por EL OTRO

PREMIO “GIL PARRONDO” A LA MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA para Antoine Platteau, por LA QUESTION HUMAINE, dirigida por Nicolas Klotz

PREMIO ESPECIAL DEL JURADO para EL SILENCIO ANTES DE BACH, de Pere Portabella


JURADO JOVEN

PREMIO DEL JURADO JOVEN AL MEJOR LARGOMETRAJE para JUNO, de Jason Reitman

PREMIO DEL JURADO JOVEN AL MEJOR CORTOMETRAJE para LE MOZART DES PICKPOCKETS, de Philippe Pollet-Villard


FIPRESCI (FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE PRENSA CINEMATOGRÁFICA)

PREMIO FIPRESCI AL MEJOR LARGOMETRAJE para COCHOCHI, de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas

2 comentarios:

Champy dijo...

Como viene sucediendo en los ultimos años, festival alejado de norteamerica es casi un hecho que será para un asiático.

Andunemir dijo...

Sobre todo si es Gijón, que es especialmente filoasiático. De hecho, Lee Kang-sheng no es la primera vez que viene. Ya había estado varias veces como protagonista de las pelis de Tsai Ming-liang y, si mal no recuerdo, también con su anterior película como director.